Origen y Actualidad
El idioma Árabe es uno de los más antiguos del mundo. Desprendido del Acadio (2400 años a.C) reemplaza el Sumerio como lengua hablada por los habitantes de la Península Arábiga y las regiones colindantes, dando a luz con el tiempo al Babilónico y Asirio Antiguo, y constituyéndose en su gemelo, el Arameo, como los vivos idiomas que penetran los siglos trayendo lo que registró la primera aventura de la mente de leyendas, mitologías y pensamientos humanos.
Con el avance histórico otros idiomas se originan y se constituyen como paralelos y contemporáneos del Árabe. Ellos son: además del arameo (idioma de Jesucristo) el Sánscrito, el Griego Antiguo y el Latín, lenguas milenarias que, sin embargo, se han reducido a la liturgia en los templos de oración o se han ramificado en dialectos diversos. La lengua Árabe fue la única entre ellas, que sobrevivió al tiempo, evolucionó y conservó en todas las instancias del habla hasta nuestros días.
Uno de los factores de su supervivencia, además de lo registrado en la civilización babilónica como a título de ejemplo "LAS LEYES DE HAMURABI", es la abundancia entre los árabes de narradores populares
-RUÁT-, quienes memorizaban los cuentos y los poemas, los recitaban por doquier y los pasaban de boca en boca y de época en época hasta haber llegado a las escuelas del TADUÍN (registración) en Bagdad, Kufa y otras capitales del surgir Árabe en la ERA ISLÁMICA. Anterior al ISLAM, los árabes del desierto, con arraigo y brillante talento poético, se abocaban al canto sentimental épico, orgulloso y romántico, en especial aquel quejumbroso que expresaba el dolor de perder a la amada que optó por otro camino y no dejaba de recuerdo más que las cenizas del lugar. Se recitaba poemas de sabiduría, de orgullo ancestral, y de amor, en festivales poéticos con SUQ HUKAD-EL ZOCO DE OKAZ, donde se elegía entre ellos al mejor, se redactaba con letras de oro y se colgaba, en premio, de las cortinas de la Káaba (templo sagrado de Arabia Saudita). Esas QASÍDAS (poemas) premiadas se llamaban LAS DORADAS.
El otro factor de conservación vivo del idioma Árabe, quizás el principal y el más importante, es el CORÁN, el libro sagrado del ISLAM, que reunió un elocuente estilo léxico y sintáctico esplendorosamente expresivo, como para asegurar, gracias a su contenido, la supervivencia íntegra del idioma Árabe.
Pese a su arraigo en el tiempo, el Árabe se considera un idioma moderno en todo lo que se refiere a la expresión, el giro de la frase, la oración completa y clara, la gramática, sintaxis y demás disciplinas lingüísticas.
La terminación de sus vocablos es flexiva, teniendo una desinencia parecida al latín. Se lee exactamente como se escribe, sin letras conocidas o no pronunciables. Su forma gutural y grave es debido a su antigüedad, siendo por el mismo motivo la lengua de más voces onomatopéyicas entre las demás lenguas.
Durante casi cuatro siglos (IX al XIII) fue el idioma universal. Influyó además del castellano en el portugués y en menor grado en el alemán y el inglés. Su elocuencia expresiva facilitó la traducción del griego y del latín al Árabe y al castellano, y viceversa, además la redacción de numerosos tratados sobre diversos temas del saber de la España Árabe, enriqueciendo las bibliotecas con tomos y volúmenes que, afortunadamente algunos de ellos se conservan aún en la biblioteca de EL ESCORIAL, cerca de Madrid.
En la actualidad cerca de 300 millones de seres hablan el idioma árabe. Centenares de editoriales y bibliotecas, tanto en el mundo Árabe como en las importantes ciudades del mundo ofrecen diariamente material periodístico, literario y científico en ese idioma. Alrededor de mil quinientos millones de musulmanes rezan el CORÁN en Árabe. Mientras en los foros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Árabe es uno de los idiomas principales y oficiales en el desarrollo de la tarea internacional.
El Árabe en España
Cuando en el año 711 D.C. irrumpieron los árabes en el sur de España bajo la conducción de MUSA IBEN NUSAIR y la comandancia militar de TÁREQ IBEN ZIÁD, los grupos étnicos que habitaban la Península Ibérica, conformados por celtas, euskadis, visigodos, y otros germánicos y vándalos, hablaban en su mayoría el ROMANCE VULGAR o el LATÍN PRIMITIVO.
Por la diversidad de los nombres y la dificultad de pronunciarlos los conquistadores en su mayoría árabes del desierto y combatientes movilizados en el avance, optaron por identificar a los pueblos vencidos con el nombre más fácil: VÁNDALOS.
Por la no existencia de la letra V y O en el idioma árabe, Vándalos se convirtió en ANDALUS.
Esta fue la primera palabra árabe que ingresó en el latín primitivo que hablaban los españoles, en la nueva era que comienza en ese año y perdura casi ocho siglos.
La imposición de la cultura árabe en España se inicia efectivamente desde el año 756 D.C, año en que ABDERRAHMÁN; el califa de Damasco, emigra a Córdoba presionado por los abasidas de Bagdad, constituye su califato omeya e inaugura una civilización que ilumina Europa con las antorchas del saber en todo lo que hace al progreso de la arquitectura, la filosofía y la literatura, con lo que implica todo ello de palabras y términos para cubrir la denominación de los nuevos elementos del progreso, inexistente hasta ese momento en la península ibérica.
Desde Bagdad, Damasco y el resto de la región llamada por los árabes el CRECIENTE FÉRTIL, región que comprende IRAQ, SIRIA, EL LÍBANO, PALESTINA y JORDANIA. Su nombre se debe a su forma geográfica similar a la luna creciente y por su condición de tierra fértil.
Desde esta región grandes contingentes afluyen a AL ANDALUZ, llevando con ellos lo que heredaron de la cultura y experiencias a través de sus ancestros forjadores de las primeras civilizaciones, como la ASIRIA, la BABILÓNICA, la ARAMEA, la FENICIA y la BIZANTINA. Otros intelectuales y sabios afluyen asimismo desde Egipto y Persia, hacia el NUEVO OASIS occidental para participar en la gran proeza.
Cunden las universidades de Córdoba, Sevilla, Granada y Toledo, a las cuales acuden hombres de distintos países de Europa como -Gerberto de Aurillac el que sería el Papa Silvestre II- y -Alfonso X apodado Alfonso el Sabio-.
La interpenetración de los dos pueblos, el árabe y el español, más las traducciones recíprocas desde y hacia los idiomas de la época -Arameo, Griego, Romance y Árabe- contribuyeron al surgimiento de un nuevo castellano, enriquecido con un mayor caudal de términos adecuados y expresivos.
Proliferan, como consecuencia de esa convivencia de siglos, vocablos como: ALCÁZAR en arquitectura, ADUANA en comercio, DÁRSENA en industria de marina, CÉNIT en astronomía, BORAX en química, JIRAFA en la vida animal, QUÍLATE en física, CERO en matemática, DIVÁN en la vida del hogar, ALHAJA en necesidades de la mujer, AZAFRÁN en botánica, ATARAXIA en filosofía, ZEGEL en poesía, etc. entre miles de vocablos vitales e irremplazables.
Abundan las bibliotecas como los foros de consulta y orientación léxica y filosófica. Se reincorporaron el pensamiento griego de Platón y el de Aristóteles a las escuelas filosóficas árabes gracias a los comentarios y las traducciones de ALFARABI, AVICENA, AVERROES, AVEMPACE, IBEN TUFÁIL, MAIMONIDES y otros, lo que implicaba incorporar términos nuevos y rescatar el genuino pensamiento griego, constituyéndose el árabe, de esta manera en el idioma literario y científico del mundo civilizado durante la época entre los siglos X y XV.
Finalmente, ¿cuánto sabemos del caudal de palabras castellanas de origen árabe que pronunciamos, leemos y escribimos diariamente?
Pongamos como ejemplo lo siguiente cuando hablamos en español:
"…Mientras yo pagaba en la aduana el arancel, pasó la azafata a quien le invité a tomar un café, pero ella optó por beber un jarabe de limón sin azúcar"
Aquí estamos hablando un 30% de árabe, además, si para perfeccionar nuestro castellano debemos acudir al griego y al latín ¿por qué asimismo no acudir al árabe, cuando este equivale, en la contribución general casi a un cuarto del crédito etimológico de la raíz castellana?